27 cosas que me unen a la vida
O cómo estar menos tiempo mirando a la nada
Llevo unas semanas pensando mucho en la idea de la muerte. Probablemente esto esté causado por mis lecturas recientes y por los post que escribo reflexionando sobre ellas. No es muy bueno para la cabeza imaginarse demasiado a menudo en la no existencia. Te pones nervioso, sientes miedo, la ansiedad se aproxima… si algún día llego a una conclusión tras mirar de cara a la nada os lo haré saber. “Pero hoy no es ese día”, como gritaría Aragorn en la llanura frente a la puerta negra. Hoy voy a escribir sobre todo lo contrario. Hace unos meses publique 185 placeres de la vida, un post que os gustó bastante. La recopilación que incluye este escrito es muy parecida, pero tiene un extra de profundidad. Hay cosas que nos dan placer (comer nocilla) y hay cosas, actividades, emociones, que nos unen a la vida y nos alejan de pensar en la nada. Cuando una actividad me une a la vida en mi mente aparece automáticamente este pensamiento: “por estas cosas merece la pena vivir”. Son momentos en los que no puedes estar más agradecido de estar vivo y, normalmente, de la gente que te rodea en ese instante. Recordar estas situaciones te da ánimos para seguir cuando tu rutina está siendo un poco desagradable. Son oasis en el desierto. Momentos que compensan el esfuerzo que haces todos los días para ser un ser humano funcional.
Aquí va la lista, sin orden concreto, aunque hay algunas cosas que me unen más a la vida que otras. Podéis poner las vuestras en comentarios :)
Sentirte abrazado por tu pareja al despertar
El amor de un perro por su dueño (no tengo perro)
Terminar un libro de esos que recordarás para siempre
El primer baño de verano en el mar
Las vacaciones con tus amigos de siempre
Tocar una obra que te pone los pelos de punta
Ver crecer a un niño pequeño
Sentir que tus acciones tienen una repercusión positiva en los demás
Terminar de competir
Superarte a ti mismo en cualquier ámbito
Poder ser transparente al 100% con alguien
El primer bocado de una comida que una persona cercana ha preparado para ti
El amor en la mayoría de sus formas en ocasiones concretas
Ver a alguien que quieres después de mucho tiempo
Alcanzar una meta que llevabas tiempo persiguiendo
Estar sumergido en una canción que suena muy fuerte
Ver un partido de tu selección de fútbol rodeado de gente y que las cosas vayan bien
Los regalos inesperados en los que se nota que han pensado en ti para hacerlo
Entender una idea complicada cuando antes te habría sido imposible
El saber en el presente, porque recibes su ayuda, que tienes alguien detrás para cubrirte ante cualquier situación de la vida
Ver fotos antiguas en las que eras feliz
Recordar con tus amigos o familiares momentos del pasado
Recordar a alguien que te hizo feliz y ya no está
Imaginar cómo serás en el futuro
Mirar a una planta que llevas años cuidando
Meterte en un pogo en un concierto con mucha gente
Cuando toda la gente de una catedral se levanta a la vez para escuchar la misa
Después de escribir la lista siento que la mayoría de las situaciones que describo no se pueden elegir activamente, no se pueden buscar. Simplemente ocurren en el momento. Quizás las sientas fuertemente o quizás no, pero normalmente, al recordarlas, tendrás la sensación de unión con la vida. La verdad es que no sé si tiene mucho sentido todo lo que acabo de escribir. Pero a mi me funciona.
A veces es muy difícil no sentirte solo y arrojado al mundo, como dirían algunos filósofos. Aun así, a mí me sigue compensando mucho esto de la vida y la siento, la mayoría de días, como un regalo. Un regalo que no quiero que se acabe. Ni quiero que se acabe para la gente que quiero. Disfrutaré de estos momentos de unión con la vida con ellos sintiendo mucho agradecimiento y mucha conexión espiritual de esa que es difícil describir desde la perspectiva científica. Y como dice la canción: “Disfruto los momentos felices, en honor a los tiempos difíciles”.1 Y este es un momento feliz.
¿Qué me estoy leyendo ahora?
Memorias del subsuelo de Dostoyevsky
Y la cita de la semana es…
Mi padre era jardinero. Ahora es jardín.
El jardinero y la muerte: Gueorgui Gospordínov
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Néstor Baruque
Cicatrices de Natos y Waor.
El placer de un atardecer (amanecer también vale) de esos que a veces te regala la vida y te sientes afortunada simplemente de poder ser espectadora y sentir esa conexión con la vida.
Esto es un bofetón en toda regla a las despistadas como yo...😂😂 que no pensamos en q las vosas más simples son las más importantes👏👏👏